jueves, 28 de abril de 2011

Arquitectura: Juan de Villanueva. Escultura: Cánova. Pintura: David.


Juan de villanueva (1739 - 1811) es la gran figura de la arquitectura española del SXVIII obtuvo una beca para estudiar en Roma donde pasó varios años y se interesó por la arquitectura antigua. Su obra más importante es el Museo del Prado que está en relación con una iniciativa de Carlos III que quería modernizar Madrid con el paseo del Prado, debía representar las nuevas ideas ilustradas y expresar frente al Madrid religioso y conventual de los Austrias, la preocupación por el arte, la ciencia y la cultura. Se situarían allí el Gabinete de Historia Natural (hoy Museo del Prado),

 el jardín botánico

y el observatorio astronómico. 

En su obra más importante, el Museo del Prado, combinó la grandeza de la arquitectura antigua con las necesidades modernas, usando una composición que no trasmite una falsa unidad, sino la descomposición de sus partes (2 plantas alargadas con 2 entradas independientes que aprovechan el desnivel del terreno)
Antonio Cánova (1757 – 1822) escultor italiano fascinado por la escultura clásica griega con obras de una blancura deslumbrante y un acabado pulido (se ignoraba entonces que el arte griego era policromado originalmente). A veces también tiene influencia de la escultura barroca.. Sus personajes son siempre jóvenes y lozanos. No expresa la sensibilidad femenina, sólo su belleza exterior. No refleja la época convulsa en lo político. No hay protesta contra tanta injusticia. Sólo refleja el pasado. Vió en Napoleón un nuevo Alejandro Magno. 

Temas mitológicos. Fue el escultor de cámara de los Bonaparte.

Jacques- Louis David (1748 – 1825) puso su arte al servicio de los ideales revolucionarios. Estancia de aprendizaje en Roma, se apasiona por la arqueología y el mundo antiguo del que le interesa la eliminación de lo superfluo, el mensaje de grandeza moral, virtudes cívicas y heroísmo.
El juramento de los Horacios, trasmite la idea de amor a la patria hasta el sacrificio individual.

La muerte de Marat, obra de contenido revolucionario

El rapto de las Sabinas, llamada a la reconciliación de la sociedad francesa

Fue también el pintor favorito de  Napoleón, al que retrata en diversas ocasiones.

Características generales del Neoclasicismo. Las academias.


Cronología del período:
1ª mitad del SXVIII rococó arte de los interiores, artes decorativas.
2ª mitad del SXVIII neoclasicismo
Siglo de las luces, del pensamiento ilustrado, cambios sociales, aparición de nuevos clientes privados que se suman a los tradicionales.
La arquitectura y el urbanismo deben responder a las nuevas exigencias del estado moderno y de la ciencia. Pasión por la antigüedad, avances en arqueología. Nuevos temas, nuevos problemas y nuevos desarrollos formales. La revolución francesa y el período napoleónico cerraron un período lleno de novedades y en el que se creó el universo conceptual en el que aún hoy nos movemos. Mediado el siglo XVIII se empieza a notar el agotamiento del barroco. Se bebe en las fuentes del arte romano: Grecia, Etruria, Egipto y el oriente. A esta etapa se le llama también prerromanticismo. Autores como Winckelman y Lessing toman el ideal griego como punto de partida de toda belleza. Lucha de los intelectuales contra la aristocracia. En 1776 declaración de independencia de EEUU, declaración de los derechos del hombre y en 1789 se abate el “antiguo régimen” en Francia, de forma violenta, con la toma de la Bastilla. Era de la máquina de vapor. En Inglaterra revolución industrial. La burguesía asume el papel de la aristocracia. Fin del gremio, las obras surgen sin encargos. Los salones de París permiten exponer las obras realizadas por cualquier artista. Las academias, son el instrumento para dirigir el arte, experimentan con la revolución un duro golpe. Por un lado hay una búsqueda del ideal clásico y por el otro una búsqueda de la ingenuidad perdida, un desbordamiento del mundo de los sentimientos (Rousseau). Clasicismo y romanticismo se unen.

domingo, 24 de abril de 2011

La pintura barroca. El naturalismo tenebrista: Ribera y Zurbarán. Realismo barroco: Velázquez y Murillo

José de Ribera (1597-1652) nacido en Játiva se estableció en Nápoles (entonces posesión española) apodado El Españoleto por su pequeña estatura. Su pintura combina la emoción, fuerza plástica y la carga religiosa de la tradición española con el claroscuro y la visión naturalista italiana. Retrata gente vulgar como en su Arquímedes
 Crudo reflejo de la realidad  en la mujer barbuda pincelada de gran empaste para acentuar la expresividad, los relieves de la piel, las arrugas y los paños.

 Composiciones con predominio de la diagonal. Luces que dan un efecto escultórico a las figuras. Influencia de la escuela veneciana en su uso del color. Temas religiosos, escenas de martirio, aunque sus personajes pese a su sufrimiento conservan su digna gravedad.
Francisco de Zurbarán (1598-1667) extremeño instalado en Sevilla. Armonía entre lo místico y lo realista. Acercó lo divino a lo cotidiano y elevó lo humilde y lo humano a la categoría de espiritual. Austeridad compositiva. Claroscuro y efectos lumínicos, colores sobrios. Presencia de alegorías y mensajes religiosos.

Santa Casilda posiblemente sea un retrato “a lo divino” de una dama del SXVII.

 Se mantuvo siempre dentro de la corriente tenebrista, aunque al final de su obra, dulcificó su lenguaje plástico por posible influencia de Murillo.
Diego Velázquez (1559-1660) En su época sevillana sigue una línea tenebrista, interesándose por aspectos inmediatos de la realidad. Dibujo muy preciso y luz hábilmente dirigida que acentúa los volúmenes. Tonos ocres.
Vieja friendo huevos.

Aguador de Sevilla sitúa la cántara en primer término como si estuviera fuera del cuadro.

En 1622 viaja a Madrid y entra en la corte. Esto pone a su alcance las colecciones reales y la posibilidad de estudiar a los grandes maestros, sobretodo a los venecianos. Tambien tiene una gran libertad creativa.
En un primer momento realiza retratos austeros como el del Infante Don Carlos
 y el de Felipe IV

, también es de esta época su primer cuadro mitológico: Los Borrachos, donde presenta a Baco y a sus acompañantes como seres vulgares.

 Empieza a hacerse más ligera su pincelada. Conoce a Rubens que le anima a viajar a Italia. Allí pinta La fragua de Vulcano donde los cuerpos masculinos recuerdan a Miguel Ángel.
La túnica de Apolo al colorido veneciano, la serenidad de los desnudos a la tradición Romana- Boloñesa, y los objetos dispersos al naturalismo sevillano.
Se dedica a la decoración del palacio del Buen Retiro para el que pinta La rendición de Breda en el que muestra la elegancia del vencedor sin humillar al vencido, composición en dos diagonales.

Retrató también a los bufones de la corte trasmitiendo su sensibilidad.
Durante su segundo viaje a Italia realiza el retrato de Inocencio X  en el que capta la psicología del personaje, hasta el punto de que cuando el retratado lo vió exclamó “troppo vero!”

Paisajes de Villa Médici con una mirada moderna, pincelada fluida, precedente del impresionismo.
Tema mitológico: La Venus del espejo y las hilanderas. La Venus es una obra de encargo y para fuera de palacio y la excepción a la ausencia de desnudos en el arte español, influencia de Tiziano y Rubens . En las hilanderas, cuadro dentro del cuadro, sensación de movimiento en el giro de la rueca.

Las Meninas es su obra cumbre, representa el instante detenido, lo efímero. Triunfo de la pintura y dignificación del pintor.

Bartolomé Esteban Murillo (1618-1682)  gozó de gran fama por su naturalismo amable y sentimental. En sus obras juveniles es tenebrista, pero tras una visita a la corte evoluciona a un estilo personal, abandona lo trágico y buscando una sensibilidad más tierna Gusto naturalista por los modelos y temas populares con actitudes elegantes y pincelada ligera. Temas religiosos con situaciones cotidianas como en La Sagrada familia del pajarito

 Crea un prototipo con su Inmaculada de virgen joven, bella y dulce, en un ambiente celeste de nubes y ángeles. Tras su contacto con velázquez su pincelada se hace más suelta y vaporosa como en  Los niños de la concha.   

La gran imaginería: Castilla y Andalucía. Murcia

El espíritu de la contrarreforma motiva que la iglesia encuentre en las imágenes una vía para despertar el fervor del pueblo y hacerle llegar los contenidos de la doctrina cristiana. Encargan todo tipo de imágenes devocionales: esculturas exentas, retablos, sillerías de coro, pasos procesionales…Auge de las procesiones de semana santa. Otra aportación son las imágenes de vestir en las que el escultor trabaja solamente las manos y la cara y el resto es un armazón de madera que se viste con la ropa. Nueva iconografía: culto a la virgen, se equipara a María con Cristo como redentora de los hombres, también se disponen el Ecce Homo y La Dolorosa formando pareja. La Inmaculada concepción representa a María llena de candor e inocencia, con rostro infantil, largos cabellos y manos juntas en actitud orante. También aparecen temas relacionados con la Pasión, San Pedro como pontícife, santos penitentes…Se quiere conseguir máximo realismo, para ello se usan postizos y telas. La mayor parte se realiza en madera policromada y estofada. En Castilla se caracteriza por un sentido más dramático. En Andalucía se suaviza la crueldad de los temas y se usa una iconografía más amable (infancia de Cristo y la Virgen)
Gregorio Fernández (1576- 1636) de su primera etapa la obra más representativa es el Cristo yacente encargado por Felipe III modelo que luego repite.

La piedad grupo procesional de naturalismo muy fuerte, pliegues de las telas de formas duras y quebradas que acentúan los efectos lumínicos.

Descendimiento

Cristo atado a la columna una de las imágenes más peculiares del barroco castellano.

Es un creador de tipos iconográficos como la piedad, San José y los santos recien canonizados como Sante Teresa y San Ignacio de Loyola.
Juan Martínez Montañés (1568-1649) a él se debe la consolidación de la escuela sevillana, afán por sintetizar el realismo con un ideal de belleza lleno de equilibrio, figuras con actitudes serenas pero con gran fuerza interior.
San Jerónimo representa el cuerpo castigado por el ayuno y la penitencia.

Niño Jesús de la catedral de Sevilla imagen para vestir.

 Se convierte en un modelo de devoción popular muy propio de la sensibilidad barroca.
Juan de Mesa (1583-1627) discípulo del anterior, desarrolla la tendencia al realismo dramático como en su Jesús del Gran Poder.

Alonso Cano (1601-1667) representante de la escuela granadina que se caracteriza por su talla pequeña y su carácter íntimo y exquisito como en su Inmaculada del facistol de la catedral de Granada, casi una niña, formas envolventes.

Francisco Salzillo (1707-1783) de origen napolitano realiza en Murcia los pasos de Semana Santa para la cofradía de Jesús. Sintetiza el fuerte realismo español con un toque de belleza idealizada.
La oración en el huerto


Creó un belén formado por cientos de figuras y donde españolizó una tradición italiana.

La arquitectura barroca española

El SXVII es el llamado “siglo de oro” español, esplendor en las artes en contraste con un proceso de crisis social, política y económica que marcará el declive del imperio español. Predominio de la religiosidad contrarreformista. España se pobló de iglesias, monasterios, conventos…que se llenaron de arte. Otro cliente del arte era la monarquía. Los Austrias que se consideraban defensores de la fe y patrocinaron la realización de gran cantidad de obras religiosas.
La arquitectura del barroco español se prolonga durante todo el SXVII y casi todo el S XVIII en el que convive con la nueva estética clasicista emanada de los círculos de poder y de la corte de la nueva familia gobernante, los Borbones. Hay una fiebre constructiva religiosa en un tiempo de grandes dificultades económicas, por lo que se buscan soluciones baratas como la cúpula encamonada construida de madera y cañizo. La ciudad es un gigantesco espacio sagrado. Como en Italia, la ciudad española está marcada por el fenómeno de la fiesta (religiosas, entrada de reyes…) que se celebran en las plazas mayores. Así, la plaza mayor de Madrid recibe entonces su forma definitiva.

La iglesia es el edificio más importante, predominan las plantas simples, las fachadas más sencillas que las italianas.

 Dentro de las iglesias o adosadas a ellas se multiplican pequeños recintos destinados a ritos religiosos específicos: sagrarios, camarines, sacristías… cada vez es más importante la decoración y el mobiliario litúrgico. Mayor protagonismo del retablo.
En la primera mitad del SXVII hay un gusto por la austeridad y la sencillez.
En la segunda mitad del SXVII hay una mayor importancia de lo ornamental, se usan nuevas formas como la columna salomónica. Se complican las plantas de las iglesias con trazados en forma de óvalo o de cruz griega.

En la primera mitad del SXVIII hay una tendencia a la exuberancia ornamental, la arquitectura religiosa cada vez es más recargada y los efectos de luz se complican. Se busca una sensación de desmaterialización, como en el estilo churrigueresco.

La pintura en Flandes y Holanda: Rubens y Rembrandt

Durante el SXVII en Flandes (Bélgica) se mantiene bajo dominio español un sistema monárquico y aristocrático y triunfa la contrarreforma católica. Mientras que en Holanda, tras la revuelta contra la España de Felipe II, triunfa la reforma luterana y un sistema aristocrático y burgués. Flandes produce un tipo de arte en consonancia con el espíritu del concilio de Trento. Temas religiosos centrados en los principios de la religión católica rechazados por los protestantes. Por influencia de los pintores italianos se pintan temas mitológicos para decorar los grandes palacios. También se mantiene viva la tradición de los bodegones, las escenas de interior y los paisajes, así como los retratos de personas ilustres.
Pedro Pablo Rubens (1577 - 1640) formación en Amberes e Italia. Obra llena de imaginación y realidad, sugestiva y dinámica. Extensísima obra que tuvo gran éxito. Sus composiciones siguen  un orden diagonal. Los cuerpos masculinos son potentes y musculosos, los femeninos sensuales, carnosos, movidos y exuberantes. Pintura muy suelta. Predominio de los colores cálidos, tratados con gran fuerza.
El juicio de Paris

 y Las tres gracias son obras de tema mitológico con cuerpos de nacaradas carnaciones, casi trasparentes sobre un fondo de paisaje de evocación veneciana.

El duque de Lerma es un retrato ecuestre que rompe la tradición al situar el caballo avanzando hacia el espectador.

Descendimiento de la cruz

 y adoración de los reyes magos,son importantes obras en las que trata temas religiosos

 Rubens es el representante de la doble cara del barroco: ideal religioso contrarreformista y glorificación política de los monarcas y gobernantes absolutos.
La 2ª mitad del S XVII es la época dorada del arte y la cultura holandesa. Se desarrolla una burguesía de enorme poderío económico, gracias a su fuerza naval, el comercio y la expansión colonial en Asia y América. Quiere un arte que represente científicamente el mundo. Así se desarrolla una pintura caracterizada por un extraordinario realismo que oculta significaciones alegóricas. La pintura religiosa es mucho menos importante que en otras naciones por la desconfianza calvinista hacia las imágenes religiosas. Se desarrolla una especialización en “géneros”.
Rembrandt Van Rijn (1606 - 1689) capta la realidad plasmándola más allá del simple contenido de las cosas. Tratamiento de luces y sombras que desdibujan los contornos. Prescinde de lo anecdótico. Técnica pastosa.
La lección de anatomía es un retrato de grupo y símbolo de la avanzada actitud intelectual y científica de los holandeses.

El Descendimiento

 y la ceguera de Sansón son obras de tema  religioso en las que su autor muestra su sentido barroco, muy naturalista y claroscurista.

Ronda de noche lo pintó en el año en que murió su esposa.

El buey desollado se considera una obra totalmente moderna por el uso de la materia y el tema desagradable.
En Mujer bañándose la modelo era su pareja la joven Hendricke Stoffels, relación que fue muy mal vista en la sociedad de la época.

Durante toda su vida utilizó los autorretratos forma de experimentación que se refleja desde sus años de juventud y éxitos hasta su vejez solitaria y llena de dificultades.También fue un magnífico grabador de extraordinario dramatismo sólo comparable con Piranesi o con los aguafuertes de Goya.

lunes, 11 de abril de 2011

La pintura barroca en Italia: Caravaggio y los Carracci


Michelangelo Merisi (1573-1610), llamado Caravaggio inicia el reencuentro con los modelos de la naturaleza. Muestra la belleza de lo cotidiano. Vírgenes y santos aparecen como seres humanos vestidos con la ropa de cada día. Fue un artista rebelde y apasionado que encontró un nuevo lenguaje en la pintura. Favorece un acercamiento de lo divino a lo humano que encaja con el espíritu de la contrarreforma. Los modelos para sus santos, ángeles y vírgenes eran gente de la calle. Religiosidad intensa, misticismo realista. La luz confiere mayor fuerza a su obra. El color protagonista en su obra es el ocre. Oposición entre zonas oscuras y claras. Efecto dramático como en su Vocación de San Mateo.

Las sombras se ciernen sobre lo mundano y la luz brilla sobre los seres divinos como en la conversión de San Pablo

y la crucifixión de San Pedro.

Composiciones movidas: escorzos, puntos de vista bajos. Nos trasmite lo efímero.
La muerte de la virgen nos muestra capacidad para ver las emociones humanas.

Temas mitológicos como Baco.

También pinta bodegones como motivo único del cuadro.

Agostino y Anibale Carracci y su primo Ludovico Carracci fundaron en Bolonia la academia de los Incaminati donde se combinaba la enseñanza teórica de la pintura con la práctica y fue un lugar frecuentado por la élite cultural e intelectual boloñesa. El mejor pintor de los tres fue Anibale Carracci (1560-1609). Su obra sintetiza el color de la escuela veneciana (Tiziano y Veronés) con la gracia de Correggio y la pureza de formas de Rafael.


Genera una corriente clasicista como reacción al manierismo pero sin caer en el realismo excesivo de Caravaggio. Es un realismo idealizado. Decoración pictórica de la gran galería del palacio Farnese de Roma donde pintó al fresco una serie de escenas mitológicas basadas en el poeta Ovidio sobre las tres clases de amor: activo, contemplativo y voluptuoso.