miércoles, 1 de diciembre de 2010

Arte e Islam

En las primeras décadas del SVII aparece una nueva religión monoteísta predicada por el profeta Mahoma (571-632) y plasmada en el Corán que tuvo una rapidísima expansión y que hizo que el Islam dominara amplias zonas de Oriente Medio, norte de África y España.
En el 711 las tropas invasoras entran en la península por Gibraltar. En 1492 los reyes católicos toman Granada.
Una de las obras  más importantes del arte islámico es la cúpula de la roca en cuyo centro está la roca donde la tradición sitúa el punto en el que Mahoma fue remontado al cielo, está inspirado en los martyria cristianos y se convirtió con el modelo de iglesia central de los caballeros templarios.


En cuanto a las características generales de este arte hay que referirse a la creencia de que el Corán prohíbe la representación de figuras, la única prohibición expresa es la de representar a Alá. Representarle es el más grande pecado, pero en el arte profano se han hallado numerosas figuras humanas y de animales. En el arte religioso las obras desnaturalizan lo real, se abstraen. Abundan los relieves pero hay muy pocas esculturas de bulto redondo pues eran las “imágenes que proyectaban sombra” las que eran aludidas por la prohibición del Corán. No hay pintura religiosa y muy poca profana.
En todas las regiones el arte musulmán quedó fuertemente influido por el ambiente y las necesidades locales.
El arte está muy influido por los conceptos religiosos. Alá es el único capaz de crear. El artista se considera un artesano, no se valora la originalidad. La tradición es un valor supremo. Hay una actitud de recelo hacia las imágenes por el peligro de idolatría. A este rechazo contribuye la importancia que los cristianos daban a las imágenes, sobretodo en el arte religioso.
No preocupa la riqueza de los materiales. Se consideraba que la luz (símbolo de la divinidad) podía enriquecer cualquier materia.
Las técnicas artísticas se diversificaron y tuvieron un gran impulso (no se valoran menos las artes decorativas), es importante el trabajo de la madera con decoración geométrica en puertas labradas, artesonados, techos o aleros de tejados.
La decoración es muy compleja, hay de tipo vegetal geometrizada o directamente geométrica con combinaciones muy complejas, símbolo de la creencia en un mundo hecho a base de infinitas combinaciones de elementos. La escritura es muy importante en la decoración, las paredes se llenan de inscripciones. Se usa la escritura cúfica en temas religiosos, como citas del Corán, políticos, como elogios del soberano y poéticos como los que abundan en la Alhambra.





-         La ciudad islámica:
Muchas antiguas ciudades romanas como Damasco o Córdoba tienen nuevas fases de esplendor. La ciudad es muy distinta de la grecorromana.La trama urbana es irregular, las calles son estrechas y tortuosas, a veces sin salida como las llamadas adarves. El centro es la medina donde está la mezquita mayor, los edificios del poder y el mercado de lujo (alcaicería). Alrededor están los barrios o arrabales. Toda la ciudad está rodeada por una muralla con puertas de entrada en recodo, con aspecto militar y gran valor simbólico y monumental.


A veces fuera de la ciudad pero cerca había una ciudadela  palatina y militar (Granada y la Alhambra) sede del poder y refinamiento cortesano pero también expresión de desconfianza hacia los ciudadanos e instrumento de dominio hacia ellos.
Elemento básico de la ciudad es la casa, templo de la intimidad del musulmán. Se vuelca al interior dominado por un patio. Normalmente son de dos pisos con estancias pequeñas.


-         La mezquita:
Es el principal centro de la vida colectiva. Hay mezquitas menores en los barrios y una mezquita mayor en cada ciudad. Está dividida en 2 partes fundamentales: un patio abierto (sahn) y una sala de oración cubierta ( haram). El patio está rodeado de muros y tiene en el centro una fuente para abluciones rituales, en uno de sus lados estaba el alminar o minarete, una alta torre para llamar a la oración. La sala de oración es un amplio espacio dividido en numerosas naves por filas de columnas y de marcada horizontalidad. En el centro del muro del fondo (quibla) orientado hacia la meca se abre el mihrab, nicho muy decorado donde se sitúan la maqsura (recinto dedicado al califa) y el minbar (púlpito de madera y posteriormente en piedra). Cerca de las mezquitas están las madrazas o centros de enseñanza del Corán. 

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