martes, 30 de noviembre de 2010

La decoración musivaria.

Al situarse frente a oriente, los bizantinos adoptan las costumbres de los pueblos orientales. De ellos procede el sentido pictórico y la tendencia a llenar totalmente las superficies. Prefieren los colores más encendidos por eso predomina el mosaico sobre los frescos. Usan teselas esmaltadas, mármol y metales, oro, plata, bronce, etc. Los fondos son normalmente dorados. Por eso el interior de los templos se llena de destellos. Los colores y aptitudes tienen un simbolismo, tienen el valor de una escritura.
En la composición y perspectiva se usan dos procedimientos: uno es resaltar las figuras sobre un solo plano ocupando casi todo el espacio. Otro tipo es el que mueve las figuras sobre un fondo paisajístico o arquitéctonico, usando normas de perspectiva, como la tolemaica que se caracteriza por las líneas divergentes hacia el fondo y figuras mayores en el último término, también por tener un punto de vista muy elevado y por la desproporción entre figuras humanas y objetos.
Tiene un valor narrativo y simbólico. En general predomina la pintura plana. Hay horror vacui. El tamaño es simbólico, se hacen más grandes las figuras más importantes. El espacio es también simbólico se usa el oro como idea del lugar de la divinidad. Los personajes son hieráticos.
Los mosaicos de San Vital de Rávena en los que se representa a Justiniano y Teodora con sus séquitos son de las mejores obras de este momento.

Después de la crisis iconoclasta hay una 2ª edad de oro de este tipo de decoración. Entre los siglos X y XII se da un arte más naturalista que influirá en la pintura románica y gótica.


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