La sociedad hispánica del 1500 tenía un componente mercantil muy
débil en casi todo el territorio peninsular por lo que no era una sociedad eminentemente
burguesa. Por el contrario, la nobleza retenía en sus manos un enorme poder
económico, aunque políticamente se viera relegada por el Estado monárquico, con
una tendencia clara a la centralización. Es esa forma política del Estado la
que explica la inexistencia de ciudades-estado o repúblicas en su territorio, como
era frecuente en la península italiana y también en Alemania; al contrario, la
sujeción impuesta a los municipios por los Reyes Católicos a finales del s. XV tuvo
como consecuencia una escasa iniciativa cultural y artística por parte de las
ciudades. Todo esto explica que el renacimiento español quede circunscrito a
los dictados de la Corte, la Iglesia Católica y la Nobleza, que serán las
instituciones y personas que impulsen el desarrollo del arte y, por tanto, su
función. Este hecho supone una clara diferencia respecto al Renacimiento en el
resto de Europa, donde la burguesía tiene un relevante papel el desarrollo de
las artes.
En España hay que subrayar
de modo especial la continuidad Edad Media-Renacimiento, por la pervivencia de
formas de poder, propiedad y mentalidad medievales en los siglos XV y XVI. Sobre
todo en la primera fase hay una pervivencia de las formas góticas y mudéjares
(medievales), combinadas con las nuevas formas italianas (renacentistas), cuya
entrada se ve facilitada por la presencia en España de artistas italianos, como
Domenico Fancelli, autor del sepulcro de los Reyes Católicos. La importación de
obras de arte italianas, como el patio del palacio de la Calahorra en Granada. El
viaje de artistas españoles a Italia, como Pedro Berruguete que trabaja para
Federico de Montefeltro en Urbino. La circulación de dibujos y grabados, como
el Codex Escurialensis que se conserva en la biblioteca del Escorial y el mecenazgo
de familias nobles como los Mendoza o el Cardenal Cisneros.
ARQUITECTURA
Durante el reinado de los Reyes Católicos tuvo lugar una
incorporación de motivos ornamentales del renacimiento italiano, que se
insertaron en las fachadas platerescas, la influencia italiana se limita en
este primer período a elementos decorativos, como ejemplos tenemos la Capilla
Real y el Hospital Real de Granada. En Andalucía se notó pronto un estilo más
depurado, como en el palacio de Carlos V, proyectado por Pedro Machuca que tiene
rasgos de pureza clásica y en el que ya se ve una asimilación del estilo más
global abarcando aspectos espaciales y culturales de fondo y no solo puramente
decorativos. Esto se debe a la aparición de libros teóricos como el de Diego
Sagredo “Medidas del Romano”. En este momento el arte es patrocinado desde la
corte para difundir una imagen triunfal del emperador. Además la iglesia y la
nobleza son también promotores del nuevo estilo.
La gran obra de la
arquitectura renacentista en España fue el monasterio de San Lorenzo del
Escorial, palacio, convento y basílica en una sola y monumental pieza. Los
artistas españoles dominan ya el clasicismo y el arte aparece dominado por la
problemática religiosa de la contrarreforma.
Dramatismo compositivo, contrastes lumínicos y escorzos que le acercan a Tintoretto. Viaja a Roma donde conoce la pintura de Miguel Ángel. Tratamiento del desnudo, composiciones movidas, figuras alargadas y serpenteantes. Se traslada a Madrid para participar en la decoración pictórica de El Escorial allí pinta su San Mauricio y la legión Tebana, obra manierista que no pareció apropiada a Felipe II como imagen de culto.
EL greco abandona la corte y se instala en Toledo donde permanecerá hasta su muerte. Estilo personal e incomprendido. Exaltado misticismo. Misterio. Cuerpos que se alargan hasta casi desmaterializarse como en El entierro del Conde de Orgaz donde muestra el mundo celestial y terrenal.
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