miércoles, 11 de mayo de 2011

Introducción al arte del SXIX. Romanticismo: Delacroix; Realismo: Courbet.


El arte del SXIX se caracteriza por una amplia novedad de lenguajes plásticos, reflejo del período de cambios radicales, de progreso continuo.Es la época de la Revolución industrial. Las ciudades crecen, el campo empieza a perder población. Tendencias complejas y dispares: exaltaciones del movimiento romántico, realismo y en el último tercio del siglo surge la ruptura con el arte tradicional a través del impresionismo. Independencia creativa de los artistas, que luchaban por reivindicar una libertad estética por encima de conceptos académicos y formales. Cambia la figura del artista. Se abre un abismo entre los artistas tradicionales y aquellos que quieren ser la conciencia crítica de la sociedad: los bohemios que más tarde se convertirán en el concepto de artista de vanguardia. En estos momentos se dan dos corrientes artísticas.
Romanticismo
Culto a la naturaleza, predominio del sentimiento, exaltación de la dimensión más individual del ser humano y rechazo a la civilización. Espíritu exaltado y rebelde. Revolución política, pasión amorosa, recuperación del mundo medieval, amor a la naturaleza como elemento trascendente, exaltación religiosa, melancolía, drama,interés por la muerte, lo fantástico, el riesgo, la aventura y la sublimación del héroe, inspiran gran parte de sus temas pictóricos.
Nacimiento y desarrollo de la prensa, aparece la figura del crítico y de la “opinión pública”. Estética de lo “sublime”, (tempestades, aludes, lluvias, niebla…) contemplados en paisajes en los que el hombre es una minúscula parte de ese gran ser que es la naturaleza. Los acontecimientos más contemporáneos como la guerra, la locura o los desastres de todo tipo, que llevan al hombre hasta el límite, son el tema de numerosos cuadros.
Eúgene Delacroix (1798 – 1863) maestría en el manejo del color, elemento que siempre predomina en su obra sobre el dibujo. Le interesan los aspectos más violentos y dramáticos de la realidad y de la historia, inspirados a veces por sus lecturas.
La matanza de Quíos

La muerte de Sardanápalo hay un importante despliegue de color,muestra del  pathos romántico.

La libertad guiando al pueblo, canto a los ideales revolucionarios, composición centrada en la figura femenina, alegórica pero a la vez real que conduce a burgueses, proletarios y militares.

Tras su viaje a Argelia realiza una serie de obras que reflejan el nuevo gusto orientalista.
Mujeres en Argel en sus habitaciones influye en artistas posteriores como Manet y Courbet. Su mundo pictórico, su libertad de color, textura y pincelada y su concepto del cuadro como “una fiesta para la mirada” abrió el camino a los movimientos de finales de siglo.

Realismo
Los artistas toman conciencia de la difícil situación de la clase obrera lo que unido al desencanto por el fracaso revolucionario, les hará concebir su arte como medio de denuncia social. En el pensamiento de Comte (positivismo) hay una reacción contra el idealismo romántico y se establece la importancia de la ciencia como instrumento para el progreso humano y social.
Gustave Courbet (1819 – 1877) se definió a sí mismo como pintor realista cuando sus obras fueron rechazadas en el salón oficial. En el Louvre se entusiasma por el barroco español que será una influencia constante en su obra. Desechó los temas literarios o exóticos y defendió que los modelos más nobles de un pintor eran los trabajadores y los campesinos. Sus obras molestaban por su crudeza y visión de la “fea realidad” a los burgueses de la época.

Abrió la pintura a temas hasta entonces inéditos preparando el camino a cambios posteriores.


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