El impresionismo implica una concepción objetiva del paisaje basada en la observación del natural. Valoran especialmente lo subjetivo, lo personal y lo efímero. En 1863 Edouard Manet presentó su Déjeuner sur l¨herbe en el salón oficial de pintura de París, fue rechazado y se expuso en el salón des Refusés donde obtuvo duras críticas, el cuadro está inspirado en un dibujo de Rafael, interpreta el dibujo y el color de una forma moderna. Se considera también inaceptable el desnudo femenino al lado de hombres vestidos al uso de la época. Los pintores jóvenes ven a Manet como símbolo de la ruptura. Aunque Manet, de formación clásica y admirador de Velázquez, Goya y Tiziano, no participa nunca en las exposiciones impresionistas y mantiene la esperanza de ser aceptado en las exposiciones oficiales.
En 1874 se realiza la 1ª exposición impresionista que levantó duras críticas y comentarios irónicos como el del periodista Leroy que bautizó al grupo burlándose del cuadro de Monet “Impresión, sol naciente”.
Surge un nuevo modo de ver influido por diversos factores: la aparición del ferrocarril, el desarrollo de la fotografía, que permite captar instantes fugaces, la difusión de las estampas japonesas y la concepción oriental de la perspectiva (no hay un punto de fuga único), la pintura al aire libre era imprescindible, la luz será el punto de referencia vital, las formas y los colores existen en la medida en que la luz incide sobre ellos. Preocupación por el tiempo. Paleta multicolor, suprimen el negro, y solucionan las sombras con los colores complementarios eliminando los efectos de claroscuro. Técnica suelta y ligera, pincelada pequeña y vigorosa. Temas cotidianos. No hay temas más o menos importantes sino cuadros bien o mal resueltos. Se prescinde de elementos literarios o grandilocuentes.
Claude Monet (1840 – 1926)
Pintor por excelencia de lo transitorio y lo efímero: busca siempre captar el trascurso del tiempo sobre los objetos, como en su serie sobre la Catedral de Rouen, pinceladas cortas y colores puros llevan al espectador a reconstruir la realidad.
Pinta también paisajes acuáticos y paisaje urbano como La estación de Saint-Lázare que reconcilia el progreso y la industrialización con una visión poética y pictórica.
El puente japonés
Nenúfares, síntesis de lo visual y lo emocional que conducen la pintura hacia los umbrales de la abstracción.
Auguste Renoir (1841 – 1919)
Se interesa por la figura humana, su volumen y su movimiento, alejándose en muchos momentos del impresionismo.
El Moulin de la Galette
y El almuerzo de los remeros son obras puramente impresionistas donde se materializan los principios de captación de la luz y del movimiento con pincelada suave y espontánea. Otras como “los bañistas” recuperan el gusto por el dibujo y el modelado de los cuerpos.
Edgar Degas (1834 – 1927) fue el más “aristocrático” del grupo. Pictóricamente le interesan más los interiores que el aire libre. Tambien se interesa por las concepciones espaciales y puntos de vista influidos por la fotografía y la estampa japonesa, como en Los bebedores de absenta.
Las bailarinas de la ópera fueron uno de sus temas más habituales. Representa a la mujer con un matiz desmitificador y una cierta misoginia. Además del óleo, utizó con frecuencia el pastel.
Auguste Rodin (1840 – 1917) representa la vertiente escultórica del movimiento impresionista en cuanto a la visión moderna de la realidad. Es el gran maestro de la escultura del SXIX. Las manos son para él su instrumento creativo, y serán por sí mismas motivo de su obra como símbolo de la creación. El “non finito” es una constante en su obra, lo que le acerca al impresionismo y refleja la gran influencia que ejerció sobre él Miguel Ángel. Importante también es la influencia de la escultura clásica que lo llevan a un nuevo modelo de escultura donde partes del cuerpo humano alcanzan la categoría de obra completa, algo que resultó revolucionario para la época y que tendrá importantes repercusiones en la escultura posterior.
El pensador, fue concebida como imagen de Dante.
El beso, multiplicidad de puntos de vista como en Bernini.
Los burgueses de Calais, tiene un carácter narrativo, grupo escultórico que se centra en la reacción individual de cada uno. Aceptación estoica del destino.
Monumento a Balzac pese a la polémica que suscitó, la consideraba el resumen de su vida artística.
Utilizó todo tipo de materiales y técnicas, sus aportaciones e influencias serán determinantes para los escultores del SXX, como Brancusi.
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